sábado, 12 de marzo de 2011

Dionisio Dios del Vino

En la mitología clásica, Dioniso (en griego antiguo Διώνυσος Diônysos o Διόνυσος Dionysos) es el dios del vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis, y un personaje importante de la mitología griega. Aunque los orígenes geográficos de su culto son desconocidos, casi todas las tragedias le presentan como «extranjero»



Fue también conocido como Baco (en griego antiguo Βακχος Bakkhos) y el frenesí que inducía,bakcheia. Es el dios patrón de la agricultura y el teatro. También es conocido como el ‘Libertador’ (Eleuterio), liberando a uno de su ser normal, mediante la locura, el éxtasis o el vino. La misión divina de Dioniso era mezclar la música del aulós y dar final al cuidado y la preocupación. Los investigadores han discutido la relación de Dioniso con el «culto de las almas» y su capacidad para presidir la comunicación entre los vivos y los muertos.
En el panteón griego Dioniso fue incorporado como un hijo de Zeus y Sémele, nieto de Harmoníay bisnieto de Afrodita si bien otras versiones afirmaban que era hijo de Zeus y Perséfone. Se le describe como femenino o «masculino-femenino».
El nombre Dionysos es de significado incierto. Su elemento -nysos bien puede ser de origen no griego, pero dio- ha sido relacionado desde antiguo con Zeus (genitivo Dios). Para los autores griegos, Nisa era una ninfa que lo crió o la montaña donde era atendido por varias ninfas (las Nisíades), que le alimentaron y le hicieron inmortal por orden de Hermes
El séquito de Dioniso era llamado el tíaso y estaba formado principalmente por ménades

sequito . Conjunto de gente que acompaña a una personalidad


Tiaso En la mitología griega, el tíaso (griego antiguo thíasos), era una comitiva extática de Dioniso, a menudo descritos como juerguistas borrachos. En los vasos cerámicos o en los bajorrelieves, solitarias mujeres blandiendo el tirso pueden reconocerse como miembros de un tíaso. Muchos mitos de Dioniso están conectados con su llegada; la visión más grande como era su regreso triunfal de la India, representada en muchos bajorrelieves romanos y paneles de sarcófagos, celebrados con entusiasmo y elaborado detalle en las Dionisíacas de Nono de Panópolis. Los miembros más importantes del tíaso eran mujeres devotas, las ménades, que paulatinamente fueron sustituidas por las inmortales ninfas. También había en la comitiva del dios varios espíritus de la naturaleza, como los silenos danzarines humanos representándoles, con falos en evidencia, panes, y centauros. En la cerámica aparecen silenos itifálicos danzando, y la comitiva es a veces mostrada sentada siendo llevada en un recipiente, el trágico humano Icario que regaló el vino, y su hija Erígone. En el Vaso François, Dioniso es acompañado en procesión por las tres Horas. Heracles siguió al tíaso durante un corto tiempo después de perder en una competición de bebida en honor a Dioniso.


Menades En la mitología griega, las Ménades son seres femeninos divinos estrechamente relacionados con el dios Dioniso (Baco para los romanos), dios supuestamente originario de Tracia y Frigia. Las primeras ménades fueron las ninfas que se encargaron de la crianza de Dioniso, y que posteriormente fueron poseídas por él, quien les inspiró una locura mística. Esto las contrapone a las Bacantes o Basárides, mujeres mortales que emulan a las ménades, que se dedican al culto orgiástico de Dionisios. No hay unanimidad, sin embargo, en estas acepciones. En muchas fuentes Ménades y Bacantes son sinónimos, entendiéndose por Bacante la acepción latina de Ménade.
Literalmente Ménades puede traducirse por "las que desvarían". Se las conocía como mujeres en estado salvaje y de vida enajenada con las que era imposible razonar. Se decía de ellas que vagaban en bandas rebeldes o Thiasoi por las laderas de las montañas. Los misterios de Dionisos, el dios del vino, el misterio y la intoxicación, les llevaban a un frenesí extático. Se permitían dosis importantes de violencia, derramamiento de sangre, sexo y auto-intoxicación y mutilación. Se las representa pictóricamente a menudo ataviadas con coronas de hojas de vid, vestidas con pieles de cervatillo, llevando el Thirsus, (del griego Thyrsoi), una varita con una piña en la punta y adornada con hiedra u hojas de vid, y danzando con el abandono salvaje a la naturaleza primaria. Se supone también que llegaban a practicar en su éxtasis el esparagmos, o desgarro de sus víctimas en trozos tras lo que ingerían su carne cruda (antropofagia).
En el relato mítico de la muerte Orfeo, las Ménades despedazan a Orfeo por rechazar éste el culto a Dionisios en favor del culto a Apolo, identificado con el sol. Según otras fuentes lo hacen afrentadas por su misoginia, sustituida por homosexualidad. De una forma similar, enLas Bacantes de Eurípides, éstas, descuartizan al rey tebano Penteo por prohibir éste el culto a Baco, primo suyo, por cierto, y negar su divinidad
Adoracian Dioniso es un dios de ritos religiosos mistéricos, como los para Deméter y Perséfone en Eleusis, en Atenas. Dioniso lleva el basjaris o piel de zorro, simbolizando la viña y la fauna. Sus propios ritos, los misterios dionisíacos, eran los más conocidos por todos. Muchos investigadores creen que Dioniso es un sincretismo de una deidad griega local de la naturaleza y un dios más poderoso de Tracia o Frigia, como Sabacio.

Epítetos

  • Acratoforo, epíteto con el que era designado como dador del vino sin mezclar, y bajo el que se le adoraba en Figaleya (Arcadia).
  • Acroreites, bajo el que era adorado en Sición.
  • Adoneo (Adoneus, ‘gobernante’), epíteto latino que recibía como Baco.15
  • Bromio (‘atronador’ o ‘el que brama’).
  • Dendrites (Δενδρίτης Dendrítês, ‘el de los árboles’), como poderoso dios de la fertilidad.
  • Dimorfo (Δίμορφoς), por el hecho que podía mostrarse como bello o como terrible de acuerdo a las circunstancias.
  • Ditirambo (‘el de la doble puerta’) se usa a veces para referirse a él en las solemnes canciones cantadas en los festivales, y hace referencia a su prematuro nacimiento.
  • Egóbolo (‘matador de cabras’), nombre bajo el que fue adorado en Potnias (Beocia).
  • Eleuterio (Ελευθερευς, ‘el libertador’), también aplicado a Eros.
  • Eneo, como dios de la prensa de vino.
  • Enorches (‘con bolas’ o quizá ‘en los testículos’, en alusión a Zeus cosiendo al infante Dioniso en su muslo), otra forma relacionada con la fertilidad en Samos y Lesbos.
  • Esimnetes (‘gobernante’ o ‘señor’), nombre bajo el que fue adorado en Aroe y Patras (Acaya).
  • Evio, un epíteto que se usa prominentemente en la obra de Eurípides, Las bacantes.
  • Faleno (Φαλλην, ‘del falo’), garante de la fecundidad.
  • Floios (Φλοῖος, ‘corteza’), como espíritu de ésta.
  • Licnite (‘el del bieldo’) le hacía un dios de la fertilidad relacionado con las religiones mistéricas. El bieldo era un instrumento similar a una pala que se usaba para aventar, es decir separar la paja del grano.
  • Lieo (‘el que desata’), como un dios de la relajación y la liberación de las preocupaciones.
  • Omadio (Ὠμάδιος, ‘que come la carne cruda’), sobrenombre de Baco en Quíos.
  • Sukites (Συκίτης), protector de las higueras.
  • Yaco (Ιακχος) le relaciona con los misterios eleusinos, donde era conocido como hijo de Zeus y Deméter. El nombre puede proceder de ιακχος (iakchos), un himno cantado en honor de Dionisio             

Nacimiento  Dioniso tuvo un nacimiento inusual que evoca la dificultad de encajarle en el panteón olímpico. Su madre fue una mujer mortal, llamada Sémele, hija del rey Cadmo de Tebas, y su padre Zeus, el rey de los dioses. La esposa de Zeus, Hera, una diosa celosa y vanidosa, descubrió la aventura de su marido cuando Sémele estaba encinta. Con el aspecto de una anciana (en otras versiones de una nodriza), Hera se ganó la amistad de Sémele, quien le confió que Zeus era el auténtico padre del hijo que llevaba en el vientre. Hera fingió no creerlo, y sembró las semillas de la duda en la mente de Sémele, quien, curiosa, pidió a Zeus que se revelara en toda su gloria como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le rogó que no le pidiese eso, ella insistió y él terminó accediendo. Entonces Zeus se presentó ante ella con sus truenos, relámpagos y rayos, y Sémele pereció carbonizada. Zeus logró rescatar al fetal Dioniso plantándolo en su muslo. Unos meses después, Dioniso nació en el monte Pramnos de la isla Icaria, a donde Zeus fue para liberarlo ya crecido de su muslo. En esta versión, Dioniso tuvo dos «madres» (Sémele y Zeus) antes de nacer, de donde procede el epíteto dimētōr (‘de dos madres’), relacionado con su doble nacimiento


Infancia y juventud

Cuando Dioniso creció, descubrió la cultura del vino y la forma de extraer su precioso jugo, pero Hera hizo que se volviese loco y le empujó a vagar por diversas partes de la tierra. En Frigia la diosa Cibeles, más conocida por los griegos como Rea, le curó y le enseñó sus ritos religiosos, y así emprendió su recorrido por Asia enseñando a la gente el cultivo del vino. La parte más famosa de sus viajes es su expedición a la India, que se dice duró varios años. Volvió triunfante y emprendió la introducción de su culto en Grecia, pero se le opusieron algunos príncipes que temían los desórdenes y la locura que éste acarreaba (véase Penteo y Licurgo).La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso a cargo de Hermes. Una versión de la historia es que éste dio el niño al rey Atamante y su esposa Ino, tía de Dioniso. Hermes pidió a la pareja que criase al bebé como una niña, para esconderlo de la ira de Hera. Otra versión es que Dioniso fue puesto bajo la tutela de las ninfas de la lluvia de Nisa, que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fueron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Híades. Otra versión es que Zeus lo dio a Rea, o a Perséfone para que lo criase en el Inframundo, lejos de Hera. Alternativamente, fue criado por Maro.
Como hombre joven, Dioniso era excepcionalmente atractivo. Una vez, disfrazado como un mortal sentado junto a la orilla del mar, fue visto por unos pocos marineros, que creyeron que era un príncipe. Intentaron secuestrarle y llevarle lejos para venderlo como esclavo o pedir un rescate. Probaron a atarle con cuerdas, pero ninguna podía sujetarlo. Dioniso se convirtió en un fiero león y soltó un oso a bordo, matando a todos los que entraron en contacto con él. Los que saltaron por la borda fueron transformados compasivamente en delfines. El único superviviente fue Acetes, el timonel, que reconoció al dios e intentó detener a sus marineros desde el principio. En una historia parecida, Dioniso deseaba navegar desde Icaria hasta Naxos, así que alquiló un barco pirata tirrenio. Pero cuando el dios estuvo a bordo, no navegaron hacia Naxos sino hasta Asia, con la intención de venderlo como esclavo. Por esto Dioniso transformó el mástil y los remos en serpientes, y llenó la nave de hiedra y del sonido de flautas, de forma que los marineros enloquecieron y saltaron al mar, donde fueron transformados en delfines.