sábado, 21 de agosto de 2010

HADAS

Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas ymitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas. 
Las leyendas celtas hablan del reino de los Áes Sídhe (pronunciado Os Shi) también conocido en idioma inglés como Fairy Folk, y donde la mejor traducción a nuestro idioma sería Hadas, si bien es importante recalcar que no se habla de la concepción victoriana de la Hadas, esos seres diminutos con alas de mariposa. Los Áes Sídhe, son seres semidivinos que viven entre este y el otro mundo, con conexiones importantes con la naturaleza y las deidades, la mayoría de los relatos los representan como gente no muy alta, pero de aspecto y altura humana, de tez blanca, ojos claros y pelo muy negro.
En los relatos medievales, las hadas (a veces llamadas "El Buen Pueblo" o "La Buena Gente") aparecen relacionadas con encantamientos y hechizos, conocedoras del poder y las virtudes de las palabras, las leyendas y las hierbas, que les permitían mantenerse jóvenes y bellas, y acumular grandes riquezas.
En algunos libros, se menciona que las hadas hacen todas las cosas inocentemente, aunque su comportamiento pueda llegar a ser perverso. En muchos escudos heráldicos de esta época se refleja el mundo de las hadas. Muchos aristócratas querían hacer ver que provenían de un linaje de las hadas.
En la mitología cántabra se las llama anjanas, entre las que están las Ijanas del Valle de Aras, cuya característica es que tienen pechos descomunales y son feas, pero pueden cambiar de apariencia a voluntad. Este mismo tipo de hadas se encuentra en la isla de Gotland, en Suecia. En Galicia se llaman sacias, en Asturias reciben el nombre de fades, en Cataluña además de fada, se le llaman goljas y en Baleares Damas de aiguo
La mitología nórdica y la griega -encarnada en las ninfas y dríades de Homero y Ovidio- influyeron en el concepto que los primeros bardos se formaron de las hadas, pero andando el tiempo los escoceses, irlandeses, galeses y otros pueblos europeos llegaron a poseer un cuerpo lleno vivo de tradiciones, fundado principalmente en las leyendas celtas. 
Inicialmente se atribuyeron a las hadas proporciones humanas, pero las diminutas y etéreas criaturas de Shakespeare influyeron poderosamente en las concepciones posteriores de los poetas ingleses.
Varios rasgos comunes caracterizan a estos habitantes del ultramundo en todos los países: se clasifican en benéficas y perversas, precisan ocasionalmente de apoyo humano, sus órdenes deben cumplirse estrictamente so pena de terribles castigos, etc.
Algunas de ellas son hadas convertidas en tales pero que antes habían sido mujeres humanas. Estas se convirtieron en hadas a causa de alguna infracción contra la naturaleza (ya que es el sitio en donde viven), siendo castigadas por ello a tener tal apariencia, incluso a vivir en el mundo de las hadas. Pueden ser desencantadas de diversas maneras en fechas concretas del año, como en La noche de San Juan y por ejemplo cuando se asoman a las aguas cristalinas y piden ser desencantadas. Para las que se convertían en hadas o cruzaban el límite existente entre el mundo humano y el de las hadas, el tiempo en el espacio cambiaba ya que un día o un mes podía ser un año o un siglo.
Hay varias hadas con poderes nocivos que lo llegan a utilizar contra los humanos, la mayoría de las veces por maltratar la naturaleza (talar un bosque sería una auténtica catástrofe para su mundo). Llegaban a raptar a niños para cambiarlos por seres feéricos totalmente iguales a los niños raptados. Así intentaban crear una estirpe entre humanos y hadas, aunque los niños morían al poco tiempo, ya que eran pálidos y enclenques. En la Edad Media a todos aquellos niños que estaban pálidos y delgados se les consideraba que eran hijos de las hadas y habían ocupado el lugar del verdadero hijo.
Otras veces engatusaban a un hombre de noble estirpe transformándose en mujeres de belleza inigualable para quedarse embarazadas de estos y dar a luz un ser mitad humano y mitad feérico. Para que el ser sobreviviera el marido no debía de rezar nunca y jamás deberían ver a las hadas desnudas por completo.
Este conjunto de supersticiones, derivadas de las creencias anímicas de todos los pueblos antiguos, ha inspirado a notables literatos sus fabulosos "cuentos de hadas".
La variedad de labores que llevan a cabo las hadas es casi infinita además de cantar y bailar, ayudan a los hombres en el campo, ejercen su control sobre el tiempo protegiendo las cosechas. Durante muchos meses ellas esperan impacientes la llegada de la primavera. También saben el día exacto en que brotaran las primeras flores pero prefieren mantener el secreto.


clases de hadas 

  • Lamias, hadas de las cuevas;
  • Ninfas, hadas de las fuentes;
  • Dríades, hadas de los bosques;
  • Sirenas, hadas de los mares;
  • Sílfides, hadas de los vientos;
salamandras, hadas del fuego

Lamia (en griego, Λάμια) es un personaje femenino de la mitología y el folclore grecolatinos, caracterizado como asusta niños y seductora terrible. En este último aspecto, constituye un antecedente de la vampiresa moderna. Se la concibe como un personaje individual, pero también como el nombre genérico de un tipo de monstruos (las lamias). A menudo se la asocia con figuras similares de la cultura griega (Empusa) o hebrea (Lilith). En el folclore neohelénico, vasco y búlgaro encontramos tradiciones sobre lamias, herederas 


de la tradición clásica. En la mitología griega, una ninfa es un miembro de un gran grupo mitológico de espíritus femeninos de la naturaleza, a veces unidos a un lugar u orografía particular. Las ninfas solían acompañar a varios dioses y diosas, y eran con frecuencia el objetivo de sátiros lujuriosos.Las ninfas son las personificaciones de las actividades creativas y alentadoras de la naturaleza. La palabra griega νύμφη significa ‘novia’ y ‘velado’ entre otras cosas; es decir, una mujer casada y, en general, una en edad casadera. Otros hacen referencia a esta palabra (y también a la latina nubere y a la alemana Knospe) como una raíz que expresa la idea de ‘crecer’ (según Hesiquio de Alejandría, uno de los significados de νύμφη es ‘capullo de rosa’). El hogar de las ninfas está en las montañas y arboledas, en los manantiales y ríos, en los valles y las frías grutas. Con frecuencia son el séquito de divinidades superiores: de Artemisa la cazadora, de Apolo el profeta, del juerguista y dios de los árboles Dioniso, y también de dioses rústicos como Pan y Hermes, dios de los pastores.



En la mitología griega, las Dríades (en griego antiguo Δρυάδες druádes, de δρῦς drũs, ‘roble’) son las ninfas de los robles en particular y de los árboles en general.
Surgieron de un árbol llamado «Árbol de las Hespérides». Algunas de ellas iban al Jardín de las Hespérides para proteger las manzanas de oro que en él había. Las dríades no son inmortales, pero pueden vivir mucho tiempo. Entre las más conocidas se encuentra notablemente Eurídice, la mujer de Orfeo y Dafne que fue persiguida por Apolo y los dioses la convirtierón en árbol de laurel.
La tradición tardía distingue entre Dríades y Hamadríades, considerándose las segundas asociadas específicamente a un árbol, mientras las primeras erraban libremente por los bosques


Las sirenas (en griego antiguo, Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, seguramente inspirado en elsánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez (inglés mermaid, alemán Meerjungfrau).

La sílfide es una criatura mitológica fabulosa de la tradición occidental. Este término tiene su origen en la obra de Paracelso, quien las describía como seres invisibles del aire, sus elementales del aire. No hay mitos considerables asociados propiamente con ellas. Dado que la alquimia en Occidente derivó de Paracelso, los alquimistas y sus movimientos anejos (como el rosacrucismo) siguieron hablando de las sílfides en su literatura hermética.



lunes, 16 de agosto de 2010

Sirenas


Las sirenas (en griego antiguo, Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez (inglés mermaid, alemán Meerjungfrau).

En la mitología griega, las sirenas son una clase difusa que comprende varios seres que se distinguen por una voz musical y prodigiosamente atractiva; las representaciones artísticas más antiguas, que las muestran como aves con rostro o torso femenino, se deben probablemente a la asociación de las aves con el canto, así como al frecuente uso iconográfico de los seres alados para representar a los espíritus de los muertos. Muchas de las huellas gráficas más tempranas de las sirenas están en monumentos y ofrendas funerarias.
En época preclásica comenzaron ya a identificarse con náyades, y su canción a describirse como un atractivo irresistible que llevaba a la perdición a los marinos. Distintos relatos las hacen descender de los dioses fluviales Aqueloo o Forcis, sea sin intervención femenina o de las musasEstérope, Melpómene o Terpsícore, relacionadas con el canto y con el baile. Su número es también impreciso, contándose entre dos y cinco; los nombres registrados incluyen Agláope (la de bello rostro), Telxiepia (de palabras aclamantes) o Telxínoe (deleite del corazón), Pisínoe (la persuasiva), Parténope (aroma a doncella), Ligeia (empleado luego por Edgar Allan Poe para el célebre cuento homónimo sobre una mujer de mortal belleza), Leucosia (como un ser puro), Molpe (la musa), Radne (mejoramiento) y Teles (la perfecta).
Los antropólogos debaten sobre si esas figuras no son genios de los pasos que guardan (o, en este caso, invitan) las Puertas de la Muerte, emparentadas con Escila y Caribdis, a las que están próximas en los mitos homéricos. Eurípides, en una estrofa del coro de Helena (verso 168) las llama παρθηνικοι κοραι parthenikoi korai, ‘jóvenes doncellas’; en este fragmento se apoyan Laurence Kahn-Lyotard y Nicole Loraux para incluirla dentro de las figuras del más allá, identificándolas con las cantoras de la Islas de los Bienaventurados descritas por Platón.
Figuran con frecuencia en episodios míticos, muchas veces reminiscentes de su antiguo papel como deidades ctónicas. Algunas versiones narran que acompañaban a Perséfone cuando fue raptada por Hades, y que su apariencia bestial fue el castigo impuesto por Deméter por no proteger a su hija del dios del inframundo. En otras, el cuerpo alado es un don de Zeus para permitirles perseguir al raptor, y en aún otras es una pena impuesta por Afrodita por resistirse a la voluptuosidad.

SIRENAS, CANCIONES Y LEYENDAS
 "Encantan a los mortales que se les acercan. ¡Pero es bien loco el que se detiene para escuchar sus cantos! Nunca volverá a ver a su mujer ni a sus hijos, pues con sus voces de lirio las sirenas lo encantan, mientras que la ribera vecina está llena de osamentas blanqueadas y de restos humanos de carnes corrompidas..." Este texto escrito hace 2.800 años es probablemente el origen de la más antigua y conocida de las leyendas: las sirenas que atraen a los marinos con sus voces mágicas, y hacen encallar los barcos y ahogarse los tripulantes. Homero lo imaginó así, y así nos lo contó en La Odisea.
Las páginas de muchos otros libros se han nutrido de los seres de las aguas, y las leyendas, como ríos de la memoria de la Humanidad, han permanecido hasta nuestros días.
 Ulises y las Sirenas

domingo, 15 de agosto de 2010

Goticos

La subcultura (o cultura underground) gótica es un movimiento subcultural existente en varios países. Empezó en el Reino Unido entre finales de los ’70 y mediados de los ’80, en la escena del Rock gótico, una derivación del Post-Punk. Su estética e inclinaciones culturales provienen principalmente de las influencias de la literatura de terror, las películas de horror, y en menor medida, de la cultura BDSM.

La subcultura gótica comparte gustos estéticos, musicales y culturales en común. A pesar de que la música gótica abarca varios subgéneros y estilos, todos estos comparten una tendencia hacia una apariencia y un sonido “dark” u “oscuro”. Los estilos de vestimenta dentro de la subcultura toman influencias del death rock, el punk, el estilo andrógino, y hasta el estilo de vestimenta del Renacimiento; sin embargo, los góticos tienen una estética propia, que se centra en el color negro: trajes negros, maquillaje para resaltar palidez en el rostro, peinados que cubran la cara y hasta lápiz labial de color rojo aplicado atropelladamente en los labios. Es importante aclarar, sin embargo, que no todo aquel que se viste de acuerdo al estilo gótico es considerado gótico por los miembros de la subcultura. De la misma manera, no todos los góticos visten de negro ni tampoco siguen siempre el estilo.


Origen y desarrollo

A finales de los ’70, existían unas pocas bandas de Post-Punk en el Reino Unido catalogadas como góticas. Sin embargo, no sería sino hasta comienzos de los ’80 cuando el Rock gótico se convertiría en un subgénero propio, dentro del Post-punk, y que sus seguidores empezarían a reconocerse como góticos y a formar un movimiento reconocible. La inauguración del club nocturno “Batcave” en Londres, Soho en julio de 1982 proporcionó un lugar de encuentro para los integrantes del incipiente movimiento. El termino “batcaver” se convertiría con el paso del tiempo en Gran Bretaña en un termino para definir a los primeros góticos.

Independientemente de la escena gótica inglesa y casi al mismo tiempo, en EE. UU. el death rock comenzaba a surgir como un movimiento independiente del Punk estadounidense. En los ‘80 y a comienzos de los ‘90, los miembros de la emergente subcultura gótica en Alemania comenzaron a ser llamados “Grufties” (en inglés, "vault creatures" o "tomb creatures"; en español “criaturas de las tumbas”). Estos generalmente representan una fusión de la subcultura gótica y el movimiento New wave, con una influencia del New romantic, formando un incipiente movimiento llamado “dark culture” –o cultura oscura-, formalmente denominado “Darkwave”.

El gótico después del post-punk 

Después de la desaparición del Post punk, el gótico continuó evolucionando tanto musical como estéticamente. Esto ocasionó el surgimiento de varios estilos, variantes dentro del género gótico. Las diferentes escenas regionales contribuyeron a esta diversificación. Por los ’90, la estética Victoriana tuvo una renovada popularidad en la escena gótica, utilizando el neogótico de mediados del Siglo XIX y los aspectos más morbosos de la cultura victoriana.
Terminología en la subcultura

En los ‘90, el término “gótico” y las fronteras de la subcultura gótica se volvieron más borrosas. Nuevas subculturas de jóvenes, o tribus urbanas, emergieron o se hicieron más populares, algunas siendo relacionadas con el movimiento gótico por la sociedad y los medios. Esta relación se debió principalmente a similitudes en la apariencia y la estética de las tribus urbanas, mas que por los géneros musicales de las bandas asociadas a los diferentes grupos urbanos. A medida que pasó el tiempo, el uso del término gótico se fue extendiendo aún más en el habla popular, llegando a ser utilizado para definir grupos que no tenían los mismo gustos musicales, ni en la estética a la cultura gótica original. Esto dio origen a una jerga gótica que algunos góticos utilizan para etiquetar a diferentes grupos –o a sus miembros-, al movimiento gótico. Entre los que se incluyen “Dark”, “Darkie”, Darketo, principalmente en México, países sudamericanos e Italia, “Mallgoths” o “NeoGoth” en los EE. UU., Grufties en Alemania, “Gogan's” en Australia o “Spooky Kids”, “Mosher's” o “Mini-moshers” en Gran Bretaña . Otros términos más positivos como “mini-goths” (pequeños góticos) o “baby bats” (murciélagos bebes) son a veces usados por los góticos angloparlantes más grandes para describir a las nuevas generaciones de jóvenes góticos que muestran un potencial para crecer dentro del grupo. El predominio de información basada en el lenguaje utilizado en la Internet, de algún otro modo ha distorsionado dramáticamente la percepción de estos términos.

La relación de estos grupos jóvenes con los góticos más viejos, varía. Algunos, en primer lugar, se ofenden de ser llamados góticos; mientras que otros prefieren unirse a la subcultura existente en sus propios términos. Sin embargo, otros simplemente prefieren ignorar su existencia, y deciden apropiarse del término gótico para ellos mismos y redefinir la idea de gótico según su propia imagen. Aún dentro de la original subcultura, haciendo más difícil de precisar la frontera de esta misma.

sábado, 14 de agosto de 2010

Sucubo


El súcubo (del latín succŭbus, de succubare, «reposar debajo»), según las leyendas medievales occidentales, es un demonio que toma la forma de una mujer atractiva para seducir a los hombres, sobre todo a los sensibles, a los adolescentes y a los monjes, introduciéndose en sus sueños y fantasías, para tener relaciones sexuales con ellos. En general son mujeres de gran sensualidad, persuasión y carácter.
El mito del súcubo pudo haber surgido como explicación del fenómeno de las poluciones nocturnas y la parálisis del sueño. Según otras perspectivas, las experiencias de visitas sobrenaturales claras pueden ocurrir por la noche en forma de alucinación hipnogógica.
Este personaje es una de las bases de la figura del vampiro.

 

La palabra «súcubo» proviene de una alteración de succuba, procedente del latín y que se usa también en el sentido de prostituta. La propia palabra deriva del prefijo sub- que significa «debajo de, debajo», y del verbo cubo, cubare, que significa «yacer». Por lo tanto, el súcubo es alguien que queda bajo otra persona, mientras que un incubus (latín in-, la posición en este caso es «encima») es alguien que queda sobre otra persona


La apariencia de los súcubos varía, en general, tanto como la de los demonios; no hay ninguna apariencia o representación definitiva. Sin embargo, se suelen pintar casi universalmente como seductoras mujeres desnudas con una belleza no terrenal, a menudo con alas demoníacas. De vez en cuando, se les dan otros rasgos demoníacos, como pueden ser los cuernos, una cola con una punta terminada en triángulo, ojos de serpiente, colmillos, serpientes enrolladas a su cuerpo, etc. A menudo, simplemente aparecen en los sueños como una mujer atractiva y desnuda de la que la víctima no puede deshacerse de ella ni olvidarla, incluso después de despertar.

La versión más difundida es que los súcubos atacan a sus víctimas para absorber la sangre o energía vital del hombre y así alimentarse. A menudo, esto provoca en el hombre dolencias físicas y espirituales, y hasta la muerte.
Según el Malleus Maleficarum, o Martillo de Brujas, los súcubos coleccionan el semen de los hombres con los que durmieron tambien decian que hasta se lo comian . Éste lo usarían para embarazar a las mujeres. Así, se suponía que los niños que serían engendrados, serían más susceptibles a la influencia de los demonios.
Otras creencias dicen que los súcubos se podrían transformar en íncubos con el semen recientemente recogido impregnando a sus víctimas. Este hecho respondía a la creencia de que los demonios no podían reproducirse naturalmente. Sin embargo, los íncubos podrían fertilizar a las mujeres. El tener hijos con retraso mental o alguna deformidad era señal de que uno o ambos padres eran demonios. 




  • Abrahel
  • Alouqua
  • Baltazo
  • Bietka
  • Filotano
  • Fiura (Mujer del Trauco en la mitología chilota)
  • Florina Vasordiel
  • La Serrana de la Vera es una leyenda española de características similares
  • Lilit y los Lilim (Judaísmo)
  • Lilitu (Sumerio)
  • Mabel (mitología española)
  • Mancerinio
  • Mutante
  • Rusalka (eslavo)
  • La sayona leyenda venezolana.

Incubo

Íncubo (del latín in, ‘sobre’ y cubare, ‘yacer’, ‘acostarse’) es un demonio masculino en la creencia popular europea de la Edad Media que se supone se posa encima de la víctima durmiente, especialmente mujeres, para tener relaciones sexuales con ellas, de acuerdo con una cantidad de tradiciones mitológicas y legendarias. Su contraparte femenina se llama súcubo. Un íncubo puede buscar tener relaciones sexuales con una mujer para convertirse en el padre de un niño, como en la leyenda de Merlín. Algunas fuentes indican que puede ser identificado por su antinatural frío pene. La tradición religiosa sostiene que tener sexo con un íncubo o súcubo puede resultar en deterioro de salud, o incluso hasta la muerte. Las víctimas viven la experiencia como un sueño sin poder despertar de éste.  




Si la mujer queda embarazada puede dar a luz niños deformes, de fácil control por parte del mal, o con habilidades especiales (como el mago Merlín, hijo de un íncubo y de una prostituta, según una de las tantas versiones de su nacimiento, otra versión de la leyenda dice que la madre era una monja seducida por el demonio, otra de las versiones sostiene que la madre era una célibe hija de un rey menor de Gales del Sur). El íncubo succiona la energía corporal de la persona en el momento de la copulación, de esta manera vive o se hace más fuerte. En casos extremos de acuerdo a quienes los estudian, puede llegar a darle un paro al corazón de la víctima e incluso matarla por la succión energética ocasionada, dejando a la víctima débil o enfermiza.




Empusa


La Empusa (en griego, Ἔμπουσα) es una criatura fantástica del folclore griego antiguo, identificada a veces con Lamia.
En las Ranas de Aristófanes aparece como guardiana del Hades. Asociada a la diosa infernal Hécate, tiene el don de cambiar de forma, adoptando apariencia de animal doméstico (perro, vaca) o de bella hetera. Cuando se hace pasar por mujer, se la reconoce porque una de sus patas es de bronce (uno de los personajes de Aristófanes añade, quizá bromeando, que la otra es bolítinon, de "caca de vaca"). Le agrada merodear por parajes desiertos, sobre todo cuando hay luna llena. En la Vida de Apolonio de Tiana de Filóstrato una Empusa toma forma humana para seducir a un joven estudiante de filosofía, Menipo. Por fortuna, Apolonio se ocupa de desenmascararla y ella acaba admitiendo que se dedica a cebar a jóvenes ardientes e ingenuos para, después de acostarse con ellos, beber su sangre y devorarlos.
El episodio de la Vida de Apolonio, conocido como La novia de Corinto, ha inspirado a varios autores, como John Keats. Este último le dedicó uno de sus poemas narrativos, Lamia. Algunos críticos también atribuyen erróneamente a este relato la inspiración de La novia de Corinto de Goethe. La historia de ambos relatos tiene importantes diferencias.
F.W. Murnau hace un guiño a los conocedores del mito en su película Nosferatu, el vampiro: el velero que trae al conde Orlok a Alemania se llama Empusa.

Vampiros

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Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura maligna que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que hace parte del Panteón siniestro en sus mitologías.
En la cultura europea y occidental, así como en nuestra cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, y es el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o reviniente depredador chupasangre. 

Probablemente el mito del vampiro en el folclore de muchas culturas desde tiempos inmemoriales, proviene inicialmente de la necesidad de personificar uno de los arquetipos primordiales en lo inconsciente colectivo, según la concepción de Carl Gustav Jung, como es el denominado "Sombra", que representa los instintos o impulsos humanos reprimidos más primitivos y así sería la encarnación del mal como entidad y una representación del lado salvaje del hombre o su atavismo bestial, latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y religiosas.
Pero el mito, como es conocido en nuestros días, realmente es una combinación compleja de varios temores y creencias humanas que además del citado temor a los bajos instintos, incluye la atribución a la sangre de ser fuente de poderío o vehículo del alma, el temor a la depredación, a la enfermedad o a la muerte y a su expresión más palpable como es el cadáver, así como a la fascinación temerosa por la inmortalidad y el instinto de supervivencia.
Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se popularizó en Europa después del siglo XVII, se debe en parte a la necesidad de explicar, en medio de una atmósfera de pánico colectivo, epidemias que asolaron Europa causadas por enfermedades reales, antes de que la ciencia lograra explicarlas racionalmente 

La palabra "vampiro", que comenzó a ser usada en Europa en el siglo XVIII, fue incluida por primera vez en diccionario de la Real Academia de la lengua española en la 9a edición de 1843, con origen en el término "vampire" que ya era usado en inglés y francés, proveniente a su vez del término vampir en lenguas eslavas y del alemán, que se deriva del polaco wampir y éste a su vez del eslavo arcaico oper, con raíces indoeuropeas paralelas en el turco y en el persa. Significa a la vez "ser volador", "beber o chupar" y "lobo", además de hacer referencia a cierto tipo de murciélagos hematófagos. 
Otros nombres son: brucolaco (en castellano < griego vrykolakas), kuei-jin o kyuuketsuki (吸血鬼) (en japonés), nosferatu (< griegonosophoro (νοσοφορος), portador de enfermedad), strigoï o strigoiul (rumano moderno), upiór (polaco), upir (ruso antiguo), vampir (búlgaro yserbio), vampyrus (latín), vrolok (eslovaco) y vurdalak (ruso moderno). En Grecia se les denominaba tympaniaios o vrykolakas dependiendo de su origen ç


En el conjunto de creencias populares se pueden distinguir unas formas básicas, a veces complementarias entre sí, para que un ser humano se convierta en vampiro:
  • Por predisposición desde el nacimiento: En Rumanía tenía más posibilidades de ser un strigoi, el séptimo o duodécimo hijo cuyos hermanos mayores eran todos del mismo sexo. O tener unas marcas de nacimiento como el hueso sacro pronunciado, abundante vello corporal y haber nacido encapuchado, es decir con la cabeza envuelta en parte de la membrana placentaria, o haber ingerido parte de la misma. Entre los eslavos también tenían mayor probabilidad de convertirse en vampiros los nacidos en Sábado Santo.
  • Por muerte prematura o violenta: En la antigua Grecia en donde se denominaban vrykolakas o brucolacos a los así originados, al igual que entre búlgaros y eslavos, así como en ciertas culturas africanas y en Indonesia, se creía que los niños, adolescentes y en general las personas que habían tenido una muerte prematura o en circunstancias anormales, por suicidio o violencia, podían convertirse en fantasmas vagabundos o vampiros.
  • Por incumplimiento de rituales funerarios y religiosos: En Bulgaria y Rumanía también se creía que alguien se puede convertir en vampiro después de su muerte si los que se deben ocupar de preparar y vigilar debidamente el cadáver no cumplen bien su tarea y no impiden que un animal, especialmente un perro o gato, e incluso una persona pasen a sobre el mismo. Esta creencia es similar a la de los hindúes que consideraban los espíritus o Pitrs que se encuentran a la espera de reencarnar pueden convertirse en vampiros si nadie les recuerda y realiza los rituales funerarios de rigor conocidos como shraadh y que son para facilitar su reencarnación.
  • Como maldición por acciones criminales o sacrílegas: En la antigua China también se creía que se convertían en vampiros ciertos criminales tradición similar a la existente entre los eslavos y los griegos quienes creían que los vampiros eran brujas o personas que se habían rebelado contra la Iglesia mientras estaban vivos, vendiendo su alma al diablo y que al morir sus cuerpos podían ser poseídos por demonios. A esta creencia ayudaron indudablemente los conceptos desarrollados por el cristianismo que, basados en la idea neoplatónica de la vida después de la muerte, fomentaron la idea de la corrupción del cuerpo y la supervivencia del alma hasta el día del Juicio Final, teniendo la posibilidad de acceder a este estado todos aquellos que murieran arrepentidos de sus pecados y que hubieran recibidos los últimos sacramentos.
Por las formas anteriores, en la Europa cristiana y especialmente entre los griegos y pueblos eslavos, todos aquellos que no fueran enterrados en tierra consagrada (en particular los suicidas y los excomulgados) y los que no hubieran recibido la extremaunción, tenían la mayor posibilidad de convertirse en espectros corpóreos vampiros o tympaniaios.
  • Por mordedura de un vampiro: Según casi todas las tradiciones, especialmente entre los eslavos1 , aquella persona que moría después de ser mordida por un vampiro se convertiría a su vez en uno. Los escritores ocultistas aducen que esta manera solo es posible si hay aceptación por parte de la víctima.12 Los autores de literatura de ficción le han dado a esta manera una connotación sexual muy intensa, muy atractiva para propósitos dramáticos. 







Los vampiros en la Antigüedad

Inicialmente la mayoría de menciones de seres con características vampíricas en la Antigüedad son parte del folclore y de los mitos en casi todas las civilizaciones, desde Egipto y Sumeriahasta las culturas indoamericanas.
En Mesopotamia se invocaba a los dioses protectores para que acabaran con los Utukku, seres culpables de las enfermedades y las pestes, que pueden considerarse como antecesores de los vampiros.
En el Antiguo Egipto la diosa de la guerra Sejmet hija de Ra y llamada "la terrible", asoló la tierra para castigar a los hombres y solo pudo ser apaciguada embriagándola con un brebaje de color rojo semejante a la sangre que bebía.
En el folclore árabe y africano se menciona la existencia de unos demonios necrófagos y vampiros, que cambian de forma a su antojo, llamados guls, en árabe, "Al-ghul" (demonio, que se convertían en tales por haber tenido una muerte violenta). En uno de los relatos de Las mil y una noches llamado Honor de un Vampiro el protagonista es un Ghul.
En el judaísmo uno de sus arquetipos míticos es Lilith, la primera mujer de Adán, de quien se decía que se alimentaba de la sangre de los niños no circundados y es inspiradora de muchos personajes de vampiresas seductoras en la ficción por su acentuado carácter sexual.
En la India los vetala (demonios vampiros) ocupan un lugar importante en las narraciones y, como parte de la corte de Siva, rondan los lugares de cremación. Igualmente en las mitologías budista, hinduista y mitología jainista, un preta es un espíritu atormentado, el alma de un fallecido condenado a sufrir una eterna hambre de de sustancias repugnantes o de sangre lo cual lo torna peligroso para los vivos.
En América, el pueblo amerindio Mapuche tiene entre sus creencias la existencia de un ser vampírico conocido como el Pihuychen que atacaría principalmente a animales, pero también a humanos. Igualmente creían en la existencia de una criatura vampírica acuática conocida como Trelke-wekufe (El cuero). Posteriormente ambos seres formarían también parte de la tradición chilena. Los Aztecas creían en unas diosas temibles llamadas Cihuateteo espíritus de mujeres que morían durante el parto y que provocaban pestes, atacaban a los niños y en las noches a los viajeros especialmente en las encrucijadas. Según el Popol Vuh, los Mayas creían que el guardián de Xibalbá era un murciélago con rasgos humanos llamado Camazotz que decapitaba a los extraños. Un mito del pueblo Shuar que habita en la selva amazónica en Ecuador y Perú dice que los "Jencham", como denominan a los murciélagos hematófagos que habitan las cavernas, se originan en hombres que fueron así transformados por su gusto en derramar la sangre.
En Europa, la mitología griega, incluye la leyenda de Lamia, hija de Belo rey de Libia, quien por sostener un romance con Zeus sufrió la ira de la diosa Hera que asesinó a sus hijos y la convierte en un monstruo despiadado que mataba niños para devorarlos y alimentarse con su sangre, así como a seducir a los viajeros extraviados con igual propósito. Otro personaje mitológico griego es la Empusa, ser monstruoso con pies de bronce que podía transformarse en una bella mujer para seducir a los hombres y beber su sangre o devorarlos. En Grecia se creía también en los Vrykolakas, que atacaban a su familia después de muertos. En las leyendas rumanas se habla de los strigoi, deidades con rostro de mujer y cuerpo de pájaro que absorbían la sangre de los humanos mientras estos dormían.
Los romanos tenían a los larvae, no-muertos que no habían pagado sus crímenes en vida, y se vengaban de su estado esquelético y fantasmal absorbiendo la vida de los vivos.
Entre los francos la Ley Sálica, promulgada en el siglo V, preve multas a quienes practiquen el vampirismo: "...La mujer vampiro que devore a un hombre, comprobándose su culpabilidad, deberá pagar una multa de 8000 deniers, o sea , 200 sous".
En España, hacen parte del mito criaturas como las guaxas en Asturias, las guajonas en Cantabria y las meigas chuchonas en Galicia, brujas con un solo colmillo para succionar la sangre de sus víctimas, sobre todo niños


El vampiro en la Edad Media


Grabado francés para ilustrar "Histoire des vampires et des spectres malfaisans" publicado en 1820.
En la edad media los vampiros empiezan a ser parte de mitos y leyendas relacionados con personajes reales (Ver:Personajes históricos relacionados con el vampirismo) o con sucesos e identidades míticas con algún trasfondo real.
En la Saga Eyrbyggja que data del siglo XIII, sobre la colonización de Islandia, se cuenta como un jefe normando, Thorolf, regresa de su tumba para aterrorizar a la población hasta que su cadáver es incinerado.
En Rusia las creencias sobre vampiros, ligada al culto a los antepasados como parte del paganismo eslavo persistente, eran motivo de preocupación entre los evangelizadores cristianos en el siglo XI, según se desprende de los comentarios del traductor al ruso de una homilía de San Gregorio Magno
En Inglaterra Walter Map en su obra De Nugis Curialium (1190) y William de Newburgh en el libro 5 de su Historia rerum Anglicarum (1196), incluyen relatos tradicionales de vampiros.
En España, en la región catalana del Alto Ampurdán (Gerona), se originó en el siglo XII una leyenda un poco olvidada pero que quizá sea la más importante sobre vampiros en la península Ibérica, y es la del Conde Estruch, Estruc o Estruga, un anciano caballero feudal, defensor de la cristiandad que vivió en el Castillo de Llers, destruido durante la guerra civil española, y quien se dice que murió asesinado y, como consecuencia de una maldición por su represión de las costumbres paganas que persistían en la zona, se convirtió en vampiro, aterrorizando mucho tiempo a los habitantes de la comarca, seduciendo también a jóvenes mujeres que quedaban embarazadas para dar a luz engendros monstruosos que morían al nacer.
Igualmente en la población de Tarragona llamada Pratdip, nombre que en catalán significa “Prado del vampiro”, existe la leyenda de los “Dips”, unos perros vampíricos que asolaron la comarca y cuya figura aparece en el escudo de la población, así como en retablos de una ermita cercana dedicados a la patrona local, Santa Marina. En esa población existen también las ruinas de un castillo que la tradición oral local atribuye fue la morada de Onofre de Dip, otro señor feudal convertido en vampiro.
En Escocia existe una leyenda que se remonta al reinado de Jacobo VI de Escocia en el siglo XVI, sobre Sawney Beane quien conformó una salvaje e incestuosa familia de caníbales y vampiros que asoló la comarca de East Lothiam durante 25 años, hasta que fueron descubiertos en la cueva en que vivían y ajusticiados en Leith Walk.


El vampiro en la edad moderna

Desde comienzos del siglo XVIII las menciones del vampiro pasaron de las tradiciones populares a las publicaciones periodísticas y eruditas en Europa, apareciendo descripciones y análisis de casos específicos, de los cuales el más emblemático es el de un hajduk serbio llamadoArnold Paole que motivó la inquietud de las autoridades del Imperio austrohúngaro hasta el punto que comisionaron sucesivas investigaciones conducidas por médicos militares autriacos que incluyeron la exhumación y examen de los cadáveres sospechosos. El 13 de febrero (1731), el padre de uno de los investigadores , el vienés Dr. Johann Friedrich Glaser, corresponsal del diario Commercium Litterarium de Nüremberg, remitió al periódico una carta describiendo el caso tal y como se lo relató su hijo mediante una misiva fechada el 18 de enero. Mas tarde el médico Johannes Flückinger, quien condujo la segunda investigación, publicó en Belgrado la obra titulada Visum et Repertum (1732).30 Este libro, que circuló con profusión por Europa, popularizó el vocablo latino vampirus que no se empleaba con normalidad hasta entonces. y junto a la carta de Glaser fueron difundidos, citados y reproducidos en numerosos tratados (Ver El vampiro en la literatura) y artículos contribuyendo así a la propagación de la creencia en vampiros entre los europeos cultos. Los errores en estos informes médicos que dieron origen a la leyenda se explican hoy día por la poca comprensión que se tenía en la época sobre el proceso de descomposición de los cadáveres.
Gracias a las novedades que aportaba el llamado Siglo de las Luces, cuando se vive el triunfo de la razón y el desprestigio de las supersticiones, se trató de desvirtuar las leyendas sobre vampiros. En 1746 el monje benedictino Dom Augustin Calmet publicó su obra"Dissertations sur les apparitions des anges, des démons & des esprits et sur les revenans et vampires de Hongrie, de Boheme, de Moravie & de Silesie ..." con la intención de desacreditar el mito con argumentos cristianos. ; pero ésta con otras obras que nacieron a la sombra de la Ilustración en contra del mito de los vampiros, como la Dissertatione sopra i vampiri (1774) del arzobispo de Florencia Guiseppe Davanzati, sólo consiguieron incrementar aún más la creencia en ellos.


El vampiro en la edad contemporánea

El vampiro, que ya desde el siglo XIX es un icono universal en la literatura de ficción, sigue presente en crónicas periodísticas y en leyendas urbanas actuales. El caso más famoso en EUA en tiempos recientes y clásico en el folclore de Nueva Inglaterra, ajustado a los cánones del mito, es el incidente sucedido con Mercy Brown fallecida a los 19 años a causa de tuberculosis en Exeter, Rhode Island, y cuya exhumación en 1892 fue realizada ante el temor de que se había convertido en vampiro.
Igualmente es notable, ya en la Inglaterra del siglo XX, el caso del vampiro del cementerio de Highgate, en el suburbio londinense, que a finales de la década de los 60s fue el escenario de una leyenda urbana según la cual era rondado por un vampiro con características fantasmagóricas que cobró algunas víctimas antes de ser destruido con intervención de autodenominados cazadores de vampiros, que incluso llegaron a organizar una cacería la noche del 13 de marzo de 1970, cuando decenas de curiosos y ocultistas invadieron el cementerio en busca del supuesto vampiro.
En regiones de África postcolonial y en pleno siglo XXI, se siguen produciendo rumores sobre vampiros asociados a los colonos, misioneros o representantes de organismos europeos y adaptados a la modernidad, pues se mencionan vehículos automotores, sobre todo de los pintados de color rojo, usados para raptar a las víctimas y uso jeringas para extraerles la sangre 




Personajes históricos relacionados con el vampirismo

Existen personajes reales cuyas vidas inspiraron la figura del vampiro mítico en el folclore y la literatura de ficción contemporánea.

Vlad Draculea




Vlad Tepes
Artículo principal: Vlad Draculea

Véase también: Drácula
También conocido como Vlad III o Vlad Tepes, es un noble héroe nacional rumano que en el siglo XVluchó contra la invasión de los otomanos, famoso por la fiereza y crueldad de sus métodos y que inspiró la novela "Drácula" de Bram Stoker.
Vlad III, que era valaquio y no transilvano como lo atribuye Bram Stoker, es apodado Tepes que significa "Empalador" en rumano, por su método más famoso para escarmentar a su enemigos. Draculea significa hijo de Dracul que a su vez significa el dragón, y que era el título de su padre, Vlad II, un voivoda(príncipe) caballero de la Orden del Dragón. Debido a su éxito en expulsar a los turcos de Valaquia, por lo cual vivió en constante estado de guerra durante 1431 y 1476, y liberar la comarca de la delincuencia, se le considera un héroe nacional en Rumania y el salvador de Europa pues Valaquia junto con la vecina Transilvania, constituyen la puerta meridional de Europa que todo invasor procedente de Asia, tenía que pasar obligatoriamente si intentaba conquistar por el sur las fértiles llanuras europeas. Su historia es relatada en la canción titulada Von ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei escrita por Michel Beheim, juglar germánico súbdito del rey húngaro Matías Corvino, en cuya corte conoció a Vlad cuando este se refugió allí huyendo de sus enemigos.
La leyenda siniestra de Draculea, surge como mínimo desde su época, cuando sus enemigos sólo podían explicarse sus victorias militares atribuyéndole poderes necrománticos; pero en el siglo XX su figura ha tratado de ser reinvindicada.


Condesa Elizabeth Báthory

Artículo principal: Erzsébet Báthory
Véase también: Carmilla

Elizabeth Báthory
Llamada "La Condesa Sangrienta", este personaje vivió entre los siglos XVI y XVII e inspiró a Sheridan Le Fanu para crear en 1872 a la protagonista de su famosa narración Carmilla.
Elizabeth, importante aristócrata húngara y famosa en su época en Europa por su belleza, fue acusada de secuestrar en su castillo de Cachtice (en la actual Eslovaquia) a numerosas doncellas vírgenes, nobles y campesinas, a quienes torturaba y desangraba hasta la muerte para obtener la sangre que usaba en sus baños y bebía (aunque esto último no se comprobara en el proceso), como parte de prácticas de magia negra en que era asistida por un séquito de brujas, bajo la creencia de que así se conservaría bella y lozana. El corto proceso, ordenado e impulsado por el emperador Matias II y el palatinado, finalizó el 7 de enero de 1611, y mientras sus cómplices fueron torturadas y condenadas a pena de muerte en la hoguera, a Elizabeth por su condición aristocrática y la importancia política de su estirpe solo la condenaron a vivir emparedada en sus aposentos, que fueron sellados para siempre y en los cuales uno de sus carceleros la encontró muerta en agosto de 1614.
En el siglo XX algunos cuestionan la verdadera magnitud de sus crímenes y la validez o exactitud de las acusaciones, atribuyéndole un carácter político a su proceso, cuyos archivos se conservan aun y son la fuente primaria de lo que se ha escrito sobre ella. En todo caso, la condesa Báthory es referencia ineludible en los estudios sobre el mito europeo del vampiro pues su historia se entremezcla con las leyendas relacionadas con él mismo.


Gilles de Rais

Artículo principal: Gilles de Rais
Este aristócrata francés del siglo XV, que luchó en los años finales de la Guerra de los Cien Años junto a Juana de Arco, buscando en la sangre el secreto de la piedra filosofal, torturó y dio muerte a unos 300 niños durante 8 años hasta que en el año 1440 fue capturado, procesado y ejecutado.

Henry Fitzroy

Artículo principal: Henry Fitzroy
El personaje real, hijo bastardo de Enrique VIII y conde de Nottingham y duque de Richmond y Somerset, murió a los 17 años, posiblemente de tuberculosis. Aunque su muerte no está esclarecida ni hay referencias históricas a actividades criminales o vampirismo, inspiró a la escritora Tanya Huff un personaje del mismo nombre, un vampiro "bueno" novelista y detective, que protagoniza La saga de la sangre (Blood Ties), convertida en serie de televisión.











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